Los bancos en el punto de mira en ciberseguridad
Los bancos son lugares donde, aparte de cobrar comisiones e intereses, en el pasado era auténticas fortalezas, donde los más intrépidos se arriesgaban a robar dinero de manera física, aunque todavía queda alguno de aquellos ladrones al uso.
Ahora, da igual si tienen las puertas abiertas de par en par “físicamente hablando”, porque si tienen sus puertas cibernéticas abiertas serán más vulnerables ante todo tipo de ciberataque.
Bancos y ciberseguridad
Todos los días vemos nuevas noticias sobre ciberataques a bancos, con su correspondiente robo de dinero, información, etc. Aunque, por el momento, se producen más robos cibernéticos en Asia y Latinoamérica, todo aquel que trabaja en seguridad de banca sabe que es solo una cuestión de tiempo que se produzca un gran ataque cibernético en Europa.
Se dice que, en las auditorías anuales que se realizan a los bancos se puede llegar a mostrar inmensos agujeros donde es muy fácil el robo de información o dinero, aunque las redes internas de los mismos estén protegidas por cortafuegos y detectores de intrusos.
Los retos fundamentales de la banca para su crecimiento son, entre otros, Internet de la Cosas, el tráfico encriptado, el cloud banking (la nube) o encontrar profesionales especializados con un mayor potencial en ciberseguridad.
Además, y tras las distintas fusiones de un banco con otros, ha provocado que muchos de esos controles, para concluir con las operativas de fusión, queden al descubierto, debido a que los bancos no tienen en cuenta que hay sectores estratégicos que no se pueden tercerizar.
¿Quiénes son más vulnerables?
A parte de nuestro dinero, se dice que la banca pequeña es la más vulnerable respecto a phishing. Aunque la ley de protección de datos se la tienen bien sabía, indagando un poco se puede descubrir grandes vulnerabilidades como la falta de cifrado o controles de seguridad.
¿Cuál es el modus operandi de los cibercriminales?
El más común, que no el único, suele ser a través de la ejecución de un virus, provocando una vulnerabilidad y abriendo una puerta “que no física” entre el banco y el ciberatacante, para el traspaso de dinero, información …
¿De quién es la responsabilidad?
Debería ir desde la Comisión Europea hasta los propios bancos y es por ello por lo que se están empezando a “poner las pilas” en materia de Seguridad Informática.
Los retos fundamentales de la banca para su crecimiento son, entre otros, Internet de la Cosas, el tráfico encriptado, el cloud banking (la nube) o encontrar profesionales especializados con un mayor potencial en ciberseguridad.
Porque, en definitiva, no se puede invertir en transformación digital, sin tener en cuenta y enfocarse en ciberseguridad.
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